martes, 7 de junio de 2011

Renacimiento Italiano: El Quattrocento.

A principios del S. XV, en el Norte de Italia, se recupera la herencia cultural de la época clásica. Será el comienzo del arte del Renacimiento. Esas nuevas premisas artísticas, redescubiertas gracias al estudio de las obras antiguas, se irán expandiendo por toda Italia en este siglo y por el resto de Europa drante el siglo siguiente. En el Quattrocento Florencia fue la potencia artística y la ciudad que vea nacer las primeras obras emblemáticas del Renacimiento. 

Arquitectura: El principal protagonista será Brunelleschi, que recuperará numerosas técnicas clásicas a partir de la observación de los edificios romanos que subsistían. Su principal obra es la cúpula de la catedral de Santa María de las Flores, de Florencia. El templo estaba sin concluír y se convocó un concurso para terminarla. Salió victorioso el proyecto de Brunelleschi. Esta cúpula es la primera de sus dimensiones desde la de Santa Sofía de Constantinopla (S. VI), por lo que es uno de los grandes avances de este período.

Cúpula de la catedral de Florencia: Brunelleschi. 1420-1436.
Más obras de Brunelleschi, en las que se ve el uso de la proporción y los elementos característicos de la arquitectura clásica (columnas, arco de medio punto, pilastras...):
Capilla Pazzi.
Iglesia de San Lorenzo.
Otro arquitecto destacable de la época es Alberti:
San Andrés de Mantua.
Planta de San Andrés de Mantua.
Templo Malatestiano, en Rímini.

Pintura: El Quattrocento continuó con las aportaciones de Giotto (S. XIV) teniendo como fines el conseguir representar la perspectiva y buscar la belleza y proporcionalidad de los personajes representados.
El primer gran pintor del período que estamos estudiando es Massacio, que realizó varios frescos en Santa María Novella (Florencia) a comienzos del S. XV.
Frescos de Massacio en Santa María Novella.
Piero de la Francesca fue uno de los grandes pintores italianos de esos años. Preocupado por la perspectiva y por la luz no trabajó apenas en Florencia (gran centro artístico del momento) sino en otras ciudades del norte de Italia, también importantes en la gestación del nuevo estilo: Urbino, Rímini, Arezzo y Ferrara. Uno de sus mecenas más destacados fue Federico de Montefeltro, Duque de Urbino.
Federico de Montefeltro y Battista Sforza.
La Flagelación de Cristo.
La Sacra Conversación.
Por último, aunque fueron muchos los pintores del Quattrocento, vamos ha terminar con Botticelli, pintor más famoso de esta etapa. Destacan sus composiciones basadas en la mitología clásica.
La Primavera.
Venus y Marte.
Escultura: El Quattrocento fue una época de ensayo y experimentación en lo referente a la escultura. Los artistas competían por ver quien tenía más destreza técnica y era capaz de aplicar las nuevas características renacentistas. Esas características serán:
-La escultura deja de estar sometida al marco arquitectónico: la escultura de bulto redondo, independiente del edificio y con un tema propio, vuelve a ser un tipo de obra de arte común, al igual que en tiempos griegos y romanos.
-Esto concede libertad a la hora de elegir el tema y aparecen nuevas imágenes, diferentes a las típicas de la Edad Media. Por ejemplo, comienzan a tallarse esculturas inspiradas en la mitología clásica.
-Y la más importante: el estudio de la perspectiva, característica principal de la escultura, muy especialmente en los relieves.

La primera gran obra escultórica renacentista son las puertas del Baptisterio de Florencia, realizadas por Ghiberti, conocidas como Puertas del Paraíso. Aquí tenéis tres imágenes:


Pero el gran escultor renacentista del S. XV será Donatello. Trabajará preferentemente en Florencia, viajará a Roma, con Brunelleschi, para conocer la herencia romana y será el pionero en la adopción de los presupuestos clásicos en la escultura. Podemos destacar su David, que será el primero de una serie de esculturas del héroe hebreo, tanto en el Renacimiento como en el Barroco:
David de Donatello. 1430.
Otra de sus grandes aportaciones es la recuperación del retrato ecuestre. Las esculturas en bronce, de gran tamaño y que representasen a un jinete eran muy difíciles de esculpir. Pero era una de las formas de retrato más apreciadas, ya que ensalzaba al representado (mostraba su poder).

Pero Donatello, tras siglos de abandono de la técnca que daba origen a las grandes obras de bronce de tiempos romanos, se esmeró en recuperarla. Con ello consiguió el primer retrato ecuestre de época moderna, el Condottiero Gattamelata, en la ciudad de Padua:
Condottiero Gattamelata, Donatello.
Otro escultor coetaneo de Donatello fue Verrochio, que dio un paso más tanto en el tema de la escultura ecuestre como en la representación de David:
Condottiero Colleone, Venecia, 1479-1488.
David de Verrochio

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